¿Qué tipo de baterías hay para placas solares?

Plomo ácido abierto. Compuestas por seis compartimentos separados pero conectados en serie y sumergidos en ácido sulfúrico. Su uso es idóneo para instalaciones aisladas gracias a su rendimiento y bajo coste.

AGM. Su tecnología Absortion Glass Mat permite a las placas de plomo de la batería absorber más rápido y mejor el ácido. No requieren mantenimiento gracias a su diseño sellado que facilita su transporte. Su gran número de ciclos convierte a este tipo de batería en la elegida para instalaciones muy exigentes.

GEL. Destacan por su gran durabilidad y por poder ser instaladas en lugares con pocas ventilación. Recomendada para instalaciones medianas y pequeñas.

Estacionarias. Son las más recomendables para instalaciones fotovoltaicas gracias a su larga vida útil y sus ciclos de descarga profundos idóneos para cualquier tipo de consumo. Son baterías que se mantienen cargadas constantemente gracias a un regulador que alimenta su consumo.

Litio. También recomendadas para instalaciones fotovoltaicas industriales y domésticas. Se cargan más rápido que las anteriores, con mayor densidad energética y vida útil.

Las principales diferencias entre unas y otras se basan en los materiales utilizados para su fabricación así como la tecnología que las pone a funcionar.

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