La energía solar apuesta por la sostenibilidad alejándose de los combustibles fósiles que contaminan las ciudades y comunidades.
El consumo de energía solar es una fuente de energía limpia que no pone en riesgo la salud de las personas.
Las tecnologías solares pueden contribuir a la electrificación de las ciudades, reduciendo así la emisión de contaminantes locales. Acerca a la ciudadanía a una calidad de aire más limpia gracias a la generación de energía verde y el autoconsumo.